12 diciembre 2016

PORTAGRANADAS (modelo II)


  La granada de mano es un arma esencial de la infantería, tanto para uso ofensivo como defensivo. Desde las británicas Mills, pasando por las americanas Mk2 o M26, estas pequeñas bombas ideadas para ser lanzadas sin ayuda de otro arma, han formado parte del arsenal del IDF desde su fundación. Y no solo granadas letales, también aturdidoras o de humo (para enmascarar o señalizar). Los soldados del Tsáhal pronto contaron con una cartuchera individual para portar dos granadas, siendo ésta su última versión.
Un grupo de soldados antes de partir a una operación tras las líneas enemigas durante la Guerra de Desgaste. Van altamente pertrechados, lo que incluye portagranadas.
Dos soldados patrullando ante el edificio de la Knéset, el parlamento de Israel. / Fotografía Ulrich Baumgarten. Fuente: gettyimages
Portagranadas vistos en unas maniobras de paracaidistas en el Sinaí a comienzos de los 70. El soldado de la izquierda va armado con el codiciado fusil de asalto enemigo Kaláshnikov. / Fuente: global-report
Detalle del enganche posterior apto para todos los tipos de ceñidores de combate de las IDF.
  Como otras tanta piezas del equipo de combate israelí, el portagranadas se ancla a los diferentes modelos de ceñidor mediante dos tipos de garfios, o bien gracias a una amplia trabilla. Está elaborado en loneta de algodón color arena, a juego con trinchas, ceñidor y demás cartucheras. Cuenta con tres botones automáticos para cerrar a diferentes alturas sus dos compartimentos, según la granada utilizada, pues tienen diferentes tamaños. Uno de dichos botones se encuentra en la base de la cartuchera. En cuanto a los fabricantes, encontramos sellos de diferentes compañías como las omnipresentes Hagor o Rabinovich y también Ajidtex.

Este ejemplar ha sido fabricado por Hagor en 1976.
1973, Guerra del Yom Kipur. El segundo soldado por la izquierda lleva el portagranadas. / Fuente: blognaver
Un soldado altamente pertrechado junto al Muro de las Lamentaciones tras la toma de Jerusalén, 7 de junio 1967. Entre la cantimplora y el botiquín de primeros auxilios vemos un portagrandas. / Fotografía Gilles Caron. Fuente: gettymages
  El soldado de las IDF tiene relativa libertad a la hora de preparar su equipo de combate. Esto incluye la disposición de los diferentes elementos, pues parece que no existe un reglamento a la hora de dónde debe ir anclado el portagranadas. Aunque es cierto que parece más común la práctica de llevarlo en la parte posterior, nos encontramos imágenes en ambos lados, tanto en la parte delantera como posterior.
Detalle del interior de la cartuchera, con espacio para dos granadas de diferentes tamaños.
Movimiento de tropas en la zona del canal de Suez durante la Guerra del Yom Kipur. El soldado sentado lleva dos portagranadas. / Fotografía Bruno Barbey. Fuente: magnumphotos
  Este portagrandas apareció a comienzos de la década de los años 60 y siguió fabricándose hasta comienzos de los 80. Durante la primera década convivió con el modelo anterior, reconocible por sus tapas, más cortas y con diferente patronaje, que además cuenta con un botón menos.
En esta imagen de 1969 observamos cómo convivieron el primer modelo de portagranadas (el soldado del centro, en segundo plano) con el nuevo (los dos soldados más cerca de cámara). / Fuente: nli
En esta imagen de 1968 vemos los portagranadas en la parte posterior del equipo. Nótese que cuentan dos dos botones en lugar de tres pero no se trata del anterior modelo.
  Con la aparición del revolucionario chaleco Efod, que incorpora multitud de bolsillos para diferentes propósitos, incluido uno para las granadas, el portagranadas individual se vuelve innecesario. Aunque su producción se alargó durante unos años no volvemos a verlo en fotografías en el frente.
Imagen más reciente del uso del portagranadas por parte de un soldado fotografiado en el sur del Líbano en 1993. Nótese que lo lleva anclado a su chaleco Efod. / Fotografía Zeev Ackerman. Fuente: nli

No hay comentarios:

Publicar un comentario